¿Y si te dijera que los tipos de piel no existen?
Llevamos toda la vida clasificando los tipos de piel en: piel seca, piel grasa o piel mixta, pero déjame que te cuente una cosa, esta clasificación solo se utiliza para facilitar la identificación del estado de nuestra piel.
Podríamos decir que todas las pieles son de tipo mixto, ya que ninguna piel reparte su exceso de grasa por igual en todas las zonas del rostro.
De igual manera, la piel seca o la piel grasa son solo desajustes, ya que hablamos de que las glándulas sebáceas producen un exceso de grasa, o que en nuestra piel hay deshidratación, lo que significa una falta de agua.
Por tanto, podríamos decir que esto son solo estados pasajeros de nuestra piel, y que podemos modificarlos haciendo cambios en nuestra rutina diaria, por ejemplo a través de la alimentación, o cambiando nuestra rutina de skincare.
Obviamente seguimos utilizando estos términos de clasificación, porque facilitan el diagnóstico del estado de nuestra piel, tanto para nosotros mismos, como para los profesionales de la dermatología, pero es importante saber que podemos cambiar nuestra piel, y no necesariamente debemos encasillarla, pensando que es una condición inamovible.
